1 dic 2008



Bébeme una historia del costado del ombligo,

mastica los restos de mi incendio forestal
sin más raíces ontológicas
que las de la petición inacabada
de tu lengua borrándome las fronteras.
Ya las palabras disecadas nos observan desde afuera
ya somos imagen para nuestros pensamientos
pero aún, en este último instante
puedes desearme la superficie
desmenuzar el borde ansioso de mis límites
tragar lento a tu otredad.

4 nov 2008

Por tenerte siempre como material para los sentires, héme aquí esta noche . No es mi intensión despertarte cada madrugada con voces indescifrables, pero no me lo puedo callar, y es caliente el hueco que irremediablemente añora tu vuelta, o más bien sirve para hacerme añorar. Me ha entrado un espantoso miedo a morir, huelo la muerte en todo lo efímero. Escúchame y ahuyéntalos.
Se ve tu sombra aguardando cerca de las promesas, pero el silencio no pierde oportunidad para meter gusanos en los oídos: la suavidad de la vida es finita y tan contable como todos los botones que se pudren luego de florecer; y ahora mismo me ha llegado ese hedor lejano pero preciso, de esperanzas deshechas, y me quedo callada y siento miedo. Algo se va acabar en mí: mi fortuna de tenerlo casi todo, o la realidad incrustada en mi cabeza de creer que soy feliz.
Por la boca del estómago entra la oscura vibración y paralizada reflexiono en el camino que de pronto se va torciendo con tan solo pensar en lo que hasta ayer había dejado de importarme, o que creía tener bajo control. Y por increíble que le parezca a la quietud, me veo caer en vertical desde el centro, como si los fracasos llevaran construyéndose ya buen tiempo a mis espaldas.
Si! Un giro a la estrategia!, moverle la jugada al destino, a la rutina que se aprende mis debilidades y me avienta al voladero cuando sabe que me suelto de la vida y quedo a expensas del recuerdo. Correr sin dejar de jugar con las primeras reglas, una cachetada a lo establecido, soltarme y dejarlo ir para que mi alma y mi intestino queden perplejos y luego vacíos de principio a fin y yo recupere la libertad del presente, ese que por suceder hoy, trae el milagro a cuestas.

21 sept 2008

Para soltar al anhelo:

  1. Desprenda las costras del tejido
    sobre el que yace inerte.
  2. Defínase desde el silencio eterno
    (cansado de susurrar en función de las heridas).
  3. Deje al viento que sople la verdad.
  4. Sea andado por la empedrada montaña
    y precícela por los pasos propios
    y no la montaña a usted sujeto lector por sus rocas.
  5. Luego las alas se irán cansando
    de ser océano de las olas,
    pero hay que esperar
    a desvanecerse en la inquietud.
  6. Finalmente, cure al animal nostálgico
    con la resignación de lo magnánimo y déjelo ir.

16 sept 2008

a recobrar mi esclavitud

A ver un cielo y recordar que no vale por que lo admire.
A ser digna por contemplar y callar al acecho del viento.
Enteramente esclava de mi tiempo.
De una parte del todo que puede ser dicha con palabras.
A sentir de nuevo la necesidad de volver a aquello.
lo que me constituye en mi tempranitud
A beber y expulsarlo todo
A no tener nada que decir,
NADA.
A saberme la sinceridad en las mentiras.
Estoy segura del lenguaje de los arboles
que beso y me desconocen.
La frialdad es mía, pero, pero, pero, los susurros de los arboles me recordaron que mi cuerpo es infinitamente inútil. Es todo.
La energía vital que me impulsaba a gritarles se me olvido a la mitad, o a la tercera parte?
Si, en pedacitos clasificables.
Pobre, pobre juguete tecnológico.
Entonces nos vemos luego. Espero ser para entonces la misma maquina que repite voz y gestos de la correspondiente anatomía.

30 ago 2008

apoplejía


espacio interminable
rodéame del cuello al útero
en la otra vez infinitud
del tiempo.

aquellas variantes definidas
encuéntranme sorprendida
contenidas en el todo.

agua vaso y sustancia
de la nada circular
éxtasis entintado y perenne
acéchame esperando a ser bebido.

te saborea palpitantes tus fuentes
la sed ansiosa de mi boca.

2 ago 2008

La sensibilidad frente a la soga o la postración de la esperanza

El milagro se olvida cuando los días se dibujan a lápiz, cuando las manchas de los rayones opacan el aire que asciende en la simpleza de un atardecer y el tiempo que pudiera ser claro se enreda el pelo tejiendo realidades mecánicas que ensucian el manantial que me dio la vida y que ya no recuerdo.
El milagro no cabe en un cuerpo cansado y confundido, ceñido por el cinturón de preguntas que solo escarban en razones cuadradas.
El milagro vive en espiral y esta en movimiento y deja de danzar cuando es cuestionado, cuando el vestido se hace visible y adquiere la necesidad de apretar y dar forma cognoscible. Cuando el milagro comienza a caber en las palabras inicia su muerte y el olvido se encarga de delinearlo a lápiz.

31 jul 2008

Caminando a la raiz del tiempo


Si escapo de mi nombre, sabre quien soy, existiendo sin nigun pensamiento, en el estado de conciencia pura, pues yo no soy lo que pienso.
Yo soy lo que vivo y para eso es preciso que el pasado este muerto en mí.

30 jul 2008

A tu ceguera


Tan distante está tu casa que solo a través de la luz puedo llegar a ti.
El milagro que buscas hace tiempo que no vive en la superficie, ahora lo encuentras dentro de la madriguera en que te escondes por las noches de tormenta, no sabía como decírtelo pero lo hago a petición de él mismo. Estará esperándote en la próxima devastación de tus miedos para hablarte de la luz, la simpleza y otras curiosidades del caos en tu mirada.

Muerte de una orquídea

Una lágrima
sobre el vientre de una heliconia
es lo que puedo ofrecer ahora,
en el atardecer nublado
de mi silencio
en que soy mis venas derretidas
sobre orquídeas de colores.