21 sept 2008

Para soltar al anhelo:

  1. Desprenda las costras del tejido
    sobre el que yace inerte.
  2. Defínase desde el silencio eterno
    (cansado de susurrar en función de las heridas).
  3. Deje al viento que sople la verdad.
  4. Sea andado por la empedrada montaña
    y precícela por los pasos propios
    y no la montaña a usted sujeto lector por sus rocas.
  5. Luego las alas se irán cansando
    de ser océano de las olas,
    pero hay que esperar
    a desvanecerse en la inquietud.
  6. Finalmente, cure al animal nostálgico
    con la resignación de lo magnánimo y déjelo ir.

16 sept 2008

a recobrar mi esclavitud

A ver un cielo y recordar que no vale por que lo admire.
A ser digna por contemplar y callar al acecho del viento.
Enteramente esclava de mi tiempo.
De una parte del todo que puede ser dicha con palabras.
A sentir de nuevo la necesidad de volver a aquello.
lo que me constituye en mi tempranitud
A beber y expulsarlo todo
A no tener nada que decir,
NADA.
A saberme la sinceridad en las mentiras.
Estoy segura del lenguaje de los arboles
que beso y me desconocen.
La frialdad es mía, pero, pero, pero, los susurros de los arboles me recordaron que mi cuerpo es infinitamente inútil. Es todo.
La energía vital que me impulsaba a gritarles se me olvido a la mitad, o a la tercera parte?
Si, en pedacitos clasificables.
Pobre, pobre juguete tecnológico.
Entonces nos vemos luego. Espero ser para entonces la misma maquina que repite voz y gestos de la correspondiente anatomía.