22 mar 2009

Vuelo subversivo



Mis ojos cerrados se avientan al vacío
las esferas ligeras suspendidas sin existir mastican el viento en la caída.
La tormenta domada me lame el vientre con tu nombre, y mi piel en desintegración va agradeciéndole al tiempo redondo que seamos tantos y ninguno.
El glóbulo hirviente que ocupa tu ausencia se derrite como bálsamo en mi pecho, en todo mi cuerpo.
Y entonces las palabras vuelan livianas, te construyen y acarician tu contorno cuando te quieren.
Se desliza el deseo al oriente y aquella mariposa violenta te aleja con su sonrisa suprema que contiene el significado del silencio.
Tu realidad, del tamaño de mi intento se amolda suave a mi interior.

¿Dónde has estado ave tibia de rescoldos?