Mis ojos cerrados se avientan al vacío
las esferas ligeras suspendidas sin existir mastican el viento en la caída.
La tormenta domada me lame el vientre con tu nombre, y mi piel en desintegración va agradeciéndole al tiempo redondo que seamos tantos y ninguno.
El glóbulo hirviente que ocupa tu ausencia se derrite como bálsamo en mi pecho, en todo mi cuerpo.
Y entonces las palabras vuelan livianas, te construyen y acarician tu contorno cuando te quieren.
Se desliza el deseo al oriente y aquella mariposa violenta te aleja con su sonrisa suprema que contiene el significado del silencio.
Tu realidad, del tamaño de mi intento se amolda suave a mi interior.
¿Dónde has estado ave tibia de rescoldos?
las esferas ligeras suspendidas sin existir mastican el viento en la caída.
La tormenta domada me lame el vientre con tu nombre, y mi piel en desintegración va agradeciéndole al tiempo redondo que seamos tantos y ninguno.
El glóbulo hirviente que ocupa tu ausencia se derrite como bálsamo en mi pecho, en todo mi cuerpo.
Y entonces las palabras vuelan livianas, te construyen y acarician tu contorno cuando te quieren.
Se desliza el deseo al oriente y aquella mariposa violenta te aleja con su sonrisa suprema que contiene el significado del silencio.
Tu realidad, del tamaño de mi intento se amolda suave a mi interior.
¿Dónde has estado ave tibia de rescoldos?